La danza es una forma de comunicación artística y de expresión de emociones, sentimientos, pensamientos, imágenes y estados de ánimo del ser humano. También es un medio para entretenerse, divertirse y disfrutar con movimientos rítmicos del cuerpo.
Por estas razones es una actividad sumamente beneficiosa en la formación del niño al satisfacer su necesidad de expresión y creación, a través del conocimiento de su propio cuerpo, ayudándolo a descubrir las múltiples capacidades de movimiento que éste posee, de acuerdo a su estado evolutivo y a su nivel de rendimiento, canalizando de esta manera su potencial creativo y energético.
En la educación preescolar, el objetivo no es formar a bailarines profesionales sino apoyar en la formación de seres humanos integrales. Por medio de la danza se puede lograr que el alumno adquiera autonomía e identidad personal, que desarrolle formas de expresión creativas de su cuerpo y de su pensamiento, que adquiera conciencia de que vive en sociedad por medio del trabajo en equipo y que se acerque sensiblemente al arte y la cultura.
Los juegos y actividades de clase se basan en la construcción de situaciones en las que el niño pueda desenvolverse y aprender sobre si mismo y de los demás bajo ciertas circunstancias creadas, habrá juegos en los que le toque ser el líder o el perseguidor o el perseguido, juegos en los que sólo tenga que cerrar los ojos y estar consigo mismo, juegos en los que tenga que colaborar en equipo por conseguir un fin común.