Hablar de una educación Humanista, implica hacer referencia a aquel tipo de Educación que pretende formar integralmente a las personas como tales , a convertir a los educandos en miembros útiles para si mismos y para los demás miembros de la Sociedad. Es por eso que pone énfasis, además de los temas curriculares, en la enseñanza de normas, valores y creencias que fomenten el respeto y la tolerancia entre las personas. Sin estos conceptos claros.
Ninguna persona, sea cual sea su función en esta vida, podría considerarse como tal, sino tiene en cuenta estos principios éticos fundamentales.
Un estudiante, un obrero, un empresario, un científico, necesitan conocer y respetar estos valores, ya que no alcanza con tener la excelencia académica sino sabemos como actuar dignamente.
¿Qué sería de nosotros si los científicos no tuvieran un código ético compartido?
No niego en ningún momento lo importante que es tener una preparación adecuada y competente de acuerdo al momento en que vivimos, pero nada de esto sería valioso, si el ser humano no aprende a ser humano.
Hablar de una Educación Humanista es hablar de un proceso educativo amplio, dinámico, que engloba todos los aspectos de las personas, académicos por supuesto, pero muy especialmente normativos, y que según creo, debería tener en cuenta los siguientes principios:
-Debe ser una educación de calidad:
Una buena educación es el ingrediente sin el cual un proceso de desarrollo carece de la fuerza necesaria para hacer a las personas agentes activos de su propia transformación, y de la transformación de la Sociedad en que le tocó vivir. Una buena educación, garantiza el progreso de la Sociedad al hacernos más abiertos, más críticos de nosotros mismos y de todo el entorno que nos rodea.